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La vida podría ser fácil, todo si tuviéramos una
hoja de ruta una bitacoras para sobrellevar nuestra existencia, pero solo
vivimos repitiendo un día cada día, porque no definimos nuestras prioridades pero como hacerlo si nos han
formado tal cual formaron nuestros padres o tutores, en medio del desazón del
diario vivir, que preocupación por el legado que nos dejarían pues se les ha
dicho ser buen padre es tenerles comida techo vestido, y el sacrificio que conlleva esta odisea de criar unos hijos
una familia un estado de carencias y
malas costumbres, hábitos arraigados dejados por nuestros ancestros, mal
temperamento, vocabulario sucio e imprudente, alicoramiento
desmedido y porello el gasto que esto acarrea como cuota asignada a su estipendio, porque todo
puede faltar menos un porcentaje ya por si muy alto del ingreso de nuestro
mentor, porque el necesita esparcimiento desahogarse con sus amigotes, que lo
invitan a conquistar dama celas que nutre sus vacíos y baja autoestima con el
congraciado pero comprometido abusador de mujeres, pues el al gastar parte del
componente del ingreso que debería llevar a su hogar disfruta como costumbre de
sus bajos instintos para justificar su deprimente situación financiera, enojado
sin causa maldice sus situación culpando a su esposa al gobierno y hasta sus
progenitores, por lo que le ha tocado, desquitándose con su cónyuge, sus
hijitos solo ven escándalos y riñas de quienes deberían recibir buen ejemplo.
La mujer ya no aguanta, se ha preparado desde soltera para separarse, dice voy a estudiar para cuando me tenga que dejar con mi marido, no confía en la institución matrimonial pues que si sus padres dieron muestra de lo confuso e invivible que se vuelve la convivencia, madres abnegadas que aguantaron y aguantaron hasta que que no pudieron más, reflexionan de su mísera situación que no varía, no cambia por que no hay compromiso no la valoran, no creen en ella, aun preparada para forjar un mejor futuro para su hogar la menosprecian no la dejan actuar pues mi machismo y mi prepotencia no le da valor agregado, porque puede tomar ventaja y acceder a mejor posición laboral, pero si por necesidad puede desempeñarse fuera de su domicilio, tiene que sacrificar su beneplácito de tener sus párvulos e hijos a su lado ver sus logros y gozar con sus progresos, acompañar sus fracasos y suplir en sus debilidades y asistir sus medicinas y quebrantos de su salud, quien los cuida quien los escucha, quien los supervisa, pero ahora le llamamos calidad de tiempo para nuestros hijos, si en la noche los encontramos dormidos y eso nos trae tranquilidad ya que estamos cansados de nuestro agotado día de trabajo, irritables no toleramos nos pregunten nos cuenten nada, pues el hombre, se sienta a que lo atiendan y relajado a hacer sus hábitos cotidianos ver la tele chatear, cumplir con sus compromisos sociales con sus amigotes, para llegar a sustraer la menguada tranquilidad de la pareja que agotada asiste las quehaceres domésticos. ' Que hay de nuestras nuevas generaciones, buscan líderes en su entorno, mezcla de posicionamiento en clanes o tribus de su localidad, sustituyen a sus padres con ser machos alfa o aceptar rango de supervivencia, estos les da autoridad o representatividad, buscan ídolos que los defiendan y por ello entregan su dignidad, pues aceptan el riesgo a transgredir la normatividad, para demostrar jerarquía o complicidad, no hay reglas la anarquía se adueña de sus decisiones, la familia y sus valores están replanteados, por los suyos le fallaron, en ellos no creen por ello en el seno de su casa no resisten reglas, se debilita la ya fraccionada relación con sus congéneres, no se dejan entender bueno ya se vuelve tarde, el niño ya piensa el joven toma decisiones justifica, confronta, y resuelve bien o mal su futuro quizá repita la historia del hogar de sus padres pues no tiene nada para dar por que no recibió ejemplo de sus progenitores. Vuelve ahora en amistad con DIOS....
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